Uno de los consejos que Shakespeare puso en Hamlet,dice: "dale a cada hombre lo fino de tu oido pero lo menos de tu voz".
¿Por qué tenemos dos orejas y tan sólo una boca?
¿A qué tendemos más,a escuchar o a hablar?
Parece ser que la contestación sale fácil.A todos nos gusta hablar,decir lo que pensamos,exponer nuestras opiniones.
Pensemos que si a nosotros nos gusta eso,los demás no son distintos.La gente tiene hambre y sed de silencio.Propongámonos escuchar con interés,percibiendo todo lo que oímos y hagamos inventario por la noche de cuanto nuevo hemos conocido o aprendido.
Como dice un proverbio árabe: "cuando yo hablo se enriquecen los demás.Sólo cuando escucho me enriquezco yo".
Así tendremos ocasión de enriquecernos
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