Un viejo cuento de aldea castellana dice que,en cierta ocasión,una mujer,en su intento de ayudar a un anciano labrador en su hogar,al no disponer de leña,cogió una avellana y atravesándola con una gran aguja,le prendió fuego y con la pequeña llama fue suficiente para freir un huevo.
El anciano,miró cuanto hacía y dijo: "muriendo y aprendiendo".
Hoy vamos a tener contacto con algunas personas.Fijémonos en qué dicen,o cómo actúan y cuando no,oigamos con mucha atención todo cuanto algunas van a exponer.
Seguro que vamos a conocer algo que ayer no sabíamos,pero eso no va a depender de los demás sino de nuestro interés y de nuestra capacidad de atención.
Así iremos atesorando nuevos conocimientos.
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