Hay amplias pruebas médicas de que una dieta vegetariana equilibrada es sumamente saludable y proporciona todas las vitaminas,los minerales y las demás sustancias que necesita el cuerpo.Estadísticamente,en los vegetarianos se observa una menor incidencia de ataques cardíacos y cerebrales,enfermedades renales y cáncer,su resistencia a la enfermedad es mayor y es menos probable que padezcan obesidad que los consumidores de carne.
La variedad de alimentos es muy amplia,además de ofrecer una gran diversidad de sabores y texturas.
El temor a la deficiencia de proteínas es la principal objeción que los consumidores de carne plantean a las dietas vegetarianas.Y sin embargo,irónicamente,los propios consumidores de carne son los que obtienen de su alimentación las proteínas de peor calidad,ya que son proteínas muertas o en vías de estarlo.
Nosotros somos animales y podemos obtener las proteínas que necesitamos del mundo vegetal,de la misma forma que los demás animales hervíboros.La proteína animal contiene demasiado ácido úrico para que el hígado pueda descomponerlo,de forma que una parte de este ácido se elimina,pero el resto se deposita en las articulaciones,causando rigidez y provocando problemas como la artritis.
Los frutos secos,las algas y legumbres proporcionan proteínas de primera clase.
Una dieta vegetariana está,además,llena de fibra y es rica en grasas poliinsaturadas.Los vegetarianos consumen casi el doble de fibra que los que comen carne,además consumen también menos grasas,no elevando el nivel de colesterol.
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