Los cuerpos sutiles

El universo en el que vivimos no está compuesto únicamente de materia,sino que comprende también planos y energías que escapan a nuestros sentidos.
La ciencia ha tenido que admitir como hipótesis la presencia de un elemento llamado éter,para justificar que las ondas de radio viajen y alcancen su objetivo.
Los cuerpos y objetos no están constituidos sólo de una parte tangible y observable,sino también y principalmente de una parte energética.
El hombre no escapa a esta regla:el cuerpo físico no agota nuestra naturaleza,sino que es sólo el más material de una serie de cuerpos formados por energías más o menos densas y puras.
A continuación contamos cuáles son los diferentes cuerpos sutiles:

• cuerpo físico: el cuerpo material
• cuerpo etérico: determina en gran parte la forma del cuerpo físico(lo que explica por qué las personas que pierden una extremidad suelen tener la sensación de poseerla todavía,se trata del equivalente etérico del miembro perdido)
• cuerpo astral: llamado también cuerpo emocional,es la sede de nuestra emotividad,está ligado a los otros cuerpos de una manera tan estrecha que influye en ellos(es el caso de las enfermedades psicosomáticas o de la curación promovida por el pensamiento positivo)
• cuerpo mental: influido por nuestros pensamientos,es capaz de suscitar,por un principio natural muy conocido,pensamientos afines
• cuerpo emocional: asociado con la intuición,la creatividad y la sensibilidad superior
• cuerpo causal: su comprensión es la de los propios motivos de nuestra existencia

Es necesario comprender que la insensibilidad respecto al cuerpo físico impide mantener la armonía con los demás cuerpos que nos componen.Normalmente,no somos conscientes de poseer un cuerpo físico: andamos,pero no nos percatamos de andar,respiramos y la respiración es como un acto automático; nuestro corazón late e ignoramos los movimientos que lo animan....Si nos mostramos tan insensibles antes nuestro cuerpo físico¿qué diremos entonces de los demás?La armonía sólo puede surgir de la conciencia.Por lo tanto,hagamos lo que hagamos incluso el gesto más común,deberemos realizarlo con la máxima implicación mental.Así que debemos permanecer en un estado de conciencia de nuestro cuerpo físico.Si se llevan a cabo los actos físicos con pleno convencimiento,se rompe nuestra identificación con el cuerpo físico.
Una vez seamos conscientes de nuestro cuerpo físico,empezaremos a percibir la presencia del cuerpo etérico y sentir sus movimientos.Sólo cuando empezamos a ser conscientes de los movimientos del cuerpo físico,comprenderemos las manifestaciones exteriores de sentimientos como el odio,el amor o la ira.La conciencia del cuerpo etérico,en cambio,nos permite disitnguir el momento en el que estos sentimientos nacen de él.De ahí que se le pueda llamar también cuerpo emocional.
Los movimientos del cuerpo astral son infinitamente más leves y sutiles que las pasiones que hemos tratado al hablar del cuerpo etérico.
Es obvio que sólo podrá darse una conciencia plena del cuerpo astral cuando exista una conciencia completa de los dos primeros cuerpos.Para comprender y apreciar las manifestaciones del cuerpo astral debemos aprender a reconocer y distinguir nuestras emociones.
Cuando son lo bastante intensas,las emociones se transforman en acciones y como consecuencia,adquirir un pleno conocimiento y control de ellas significa poder controlar en buenas medidas nuestras acciones.
Puede decirse que el cuerpo astral es un auténtico conglomerado de vibraciones,de las cuales podemos ser conscientes si logramos recorrer hacia atrás el itinerario que han seguido nuestras emociones para manifestarse en nuestro comportamiento.
Odio y amor,por ejemplo,son las dos caras de una moneda,dos resultados posibles de un proceso que tiene lugar en nuestro interior,habitualmente de forma inconsciente,pero que podemos analizar y modificar a nuestro antojo.Además,si alcanzamos este grado de conciencia y sensibilidad respecto a nuestras emociones,podremos percibir la naturaleza de las vibraciones que rodean a otras personas.